Si hace unos días a pocas horas del Apocalipsis maya, cuando, según los cálculos de los profetas precolombinos, nuestra vida sobre la Tierra tocaba a su fin, no tuve la valentía de acercarme a mi compañera de desayunos en el bar y decirle que me desconcertaba la idea de irme de este mundo de la noche a la mañana, solo y sin haber hecho algunas cosas que me quedaban pendientes. Evidentemente perdí ese día para acercar posiciones, para conocernos mejor, para limar presuntos miedos o para aunar un parejo interés. Pero como bicho desmejorado y tímido que soy, me pasó esa última noche sobre la faz de la tierra, estando solo y cenando una fría hamburguesa del local de la esquina. Ayer, en el día de los inocentes, ella con cara de desconcierto y pelín de pánico, asestó me con sus más de cuarenta años y si como de una premisa burda se tratara sentí acercamiento y si la profecía maya no fue excusa exacta para acercarnos, innŏcens de mi, cándido, sin malicia y fácil de engañar, entro en mi mente, misterio de «si no lo hago ahora no voy a poder hacerlo nunca» ante la mirada suya, rojiza de vergüenza. Así que pensé, que no cunda el pánico, que el fin de año está cerca y habrá que celebrarlo.
A la misma hora de siempre, la encontraría en el desayuno y dicho por mí, magnífico, al estirar bien mis piernas y cuando estaba ya a punto de hacerlo, cuando esta bonita mujer, se deslizó al espacio vacío desde alguna parte, llenando el sitio a su alrededor con varias bolsas de compras, algunas de las cuales ostentaban el nombre de lujosas y caras tiendas. Levemente irritado por la pérdida del espacio para estirarme, pronto la ignoré y volví a mis pensamientos previos.
Repentinamente observé que una sonrisita de satisfacción pasó por sus labios, se sacó los guantes de sus manos, sus uñas sorprendentemente largas, que estaban pintadas de un rojo profundo, que hacia juego con el tono de su lápiz labial. Yo sentí correr por mi espalda un singular escalofrío. ¿Porqué en este mundo…..? Tal vez estaba algo cansado… pero era momento de entregarme, no podía demorar más ningún acontecimiento, el fin de año estaba cerca.
Ella estaba dejando resbalar su zapato, instantáneamente el movimiento captó la atención de mis ojos, mostrando un elegante traje color café, la ceñida falda del cual se apretaba tensa sobre el muslo y se detenía exactamente sobre su rodilla. Nuevamente me sentí torpe y tonto o animal patoso y sin mediar palabra alguna, los momentos siguientes fueron probablemente no mas largos de un minuto, pero para mi, podría haber sido una hora. O dos. Todos mis sentidos estaban como lanzados dentro de una turbina, sus pies, sus dedos de las manos, el zapato, todos parecían moverse en movimiento retardado mientras sus ojos bebían esa deliciosa sensualidad desplegada delante de mi. Pensar que había estado a punto de levantarme e irme, poco antes de que ella llegara.
Saltando con gracia sobre los pies de sus vecinos, a pesar de los gloriosos tacones, ella se deslizó liviana y muy rápidamente hacia la puerta de la calle. En el último instante ella se volvió, lanzando nuevamente una mirada sobre mi ¿Era acaso un latigazo de una invitación? En efecto el hechizo (facticĭus) se cumplió y la práctica usada logro mi fin.
Si los mayas no pudieron eliminar el mundo y el día de los inocentes paso sin pena ni gloria, el fin de año esta a unos minutos y la noche de pasión desenfrenada con cava, uvas, cotillón y demás, nos hemos ganado, así que hasta el año que viene.
Hoy no me voy a referir a BANKIA, ustedes ya pueden intuir, que para mi han sido una pandillita de ineficaces gestores y lo que nos espera.
El FROB ha cifrado el agujero contable de Bankia en 4.148 millones y su matriz, BFA, de 10.444 millones, por un total de 14.592 millones de euros. Es decir, para que el valor de la entidad sea cero y se pueda liquidar, son necesarios 14.600 millones, pero por contra, hemos optado por la vía de la inyección de 17.959 millones de euros para que la entidad siga funcionando. Es decir, pagamos 3.367 millones más para salvar a Bankia antes que liquidarla ¿qué criterio estamos siguiendo aquí?